Aguila quetzal condor

Conoce

la profecía

LA VISIÓN DEL ÁGUILA Y EL CÓNDOR

En el latido ancestral de la Tierra, se guarda una profecía que danza con el viento y susurra en los corazones de quienes se abrieron a escuchar. Es la historia del Águila del norte y el Cóndor del sur de nuestro continente americano. Dos guardianes del cielo que, desde tiempos inmemoriales, aguardaban el momento de volar juntos como uno solo, trazando el sendero hacia la Nueva Humanidad.

El Águila, con su visión aguda y su espíritu libre, manifestó el intelecto y la tecnología del mundo moderno, y el Cóndor, con sus alas fuertes que surcan las montañas, encarnó la sabiduría ancestral, el alma de la Madre Tierra.

Por siglos, estos espíritus volaron separados, cada uno sosteniendo una parte del gran rompecabezas de la Vida en esta Tierra. Pero ahora, en este tiempo de amanecer, sus vuelos se cruzan en el cielo, cumpliendo la antigua profecía. Es el llamado a unir cabeza, corazón y alma; ciencia, espíritu y naturaleza. Encarnar al humano COMPLETO.

Esta profecía es una invitación a tomar nuestro poder creador. La Nueva Humanidad florecerá cuando nos reconozcamos como un solo tejido, una sola respiración con la Madre Tierra y el Gran Misterio.

Es tiempo de escuchar al Cóndor para reconectar con la Tierra, honrar los ciclos naturales y reactivar las claves del equilibrio.

Es tiempo de aprender del Águila para hacer de la técnica un instrumento de prosperidad en lugar de destrucción.

Es tiempo de impregnar la espiritualidad en nuestras vidas, uniendo corazones y sembrando belleza en cada acto cotidiano.

En la tierra del Quetzal seremos cubiertas con las alas de estas aves sagradas, y el eco de su espíritu resonará en todo nuestro ser.

¿Estás lista para abrir tus alas y volar junto a ellas en este nuevo amanecer?

UN POCO DE HISTORIA RECIENTE

El año 2019 celebramos el primer encuentro masivo de mujeres en Pisac, Perú, visionado por la abuela Luzclara Camus (Chile).

En esa oportunidad nos reunimos a rezar juntas al Fuego, el Aire, el Agua y la Tierra, recordándonos en la profundidad de las células nuestra comunión esencial con estos 4 elementos, para recordar y honrar nuestro origen.

Ése fue un año de gran intensidad: movimientos sociales se desplazaban por ese continente modificando para siempre las perspectivas y las relaciones de nuestros pueblos, y luego acaeció una pandemia que hizo cambiar aún más nuestras vidas y relaciones. Nunca nada volvió a ser como antes.

El rezo que levantamos en esa ocasión fue un llamado a sanar como planeta, y cada una de las mujeres que estuvo allí llevó un pedacito de luz consigo para iluminar a su alrededor, para sostener sus hogares y sus relaciones en esos tiempos de parto, donde nuestra Madre Tierra nos llamaba a ser sus doulas.

Ése fue el tiempo de las contracciones y el trabajo de parto.

Hoy, en una nueva visión de la Abuela Luzclara, es el tiempo de atravesar el anillo de fuego para finalmente dar a luz a la nueva era, la Nueva Tierra que los tiempos nos mandatan materializar.

Somos las parteras de la profecía, somos las parteras del Nuevo Tiempo.

Y si estás leyendo esto, sabes que no es casualidad: este es el llamado.

En este tiempo de parto, nos reuniremos para convocar a la Gran Diosa, para con su Sabiduría y Poder ayudar a parir a nuestra Madre Tierra.

Créditos: Piera Novion

Mujeres abrazadas en hermandad
Mujeres abrazadas en hermandad

POR QUÉ ES FUNDAMENTAL

ESTE ENCUENTRO

El despertar del Sagrado Femenino requiere de nuestra participación activa: somos canales y a la vez fuente de esa energía.

Y cuando nos reunimos en círculo y unimos nuestros corazones y vientres, generamos un campo electromagnético en el que podemos visionar y manifestar el mundo que nuestra Madre Tierra nos llama a encarnar.

Sabemos el poder que tiene la energía femenina, y es imprescindible reconocerlo y elevarlo entre todas nosotras, mirándonos al rostro, uniendo nuestras manos, ritualizando y celebrando juntas la vida.

"Uno es el mundo, no está separado del mundo. No es americano, ruso, hindú o musulmán. Uno no es ninguna de estas etiquetas y palabras, uno es el resto de la humanidad porque su consciencia, sus reacciones son similares a las de los demás. Puede que hable un idioma diferente, tenga diferentes costumbres, eso es la cultura superficial, todas las culturas aparentemente son superficiales pero su consciencia, sus reacciones, su fe, sus creencias, sus ideologías, sus miedos, ansiedades, su soledad, sufrimiento y placer son similares al resto de la humanidad. Si tú cambias, eso afectará a toda la humanidad".

- Krishnamurti

PORQUE SOMOS EL CAMBIO